Las caricias son un pilar básico dentro de las relaciones de pareja. Nuestra pareja expresa lo que siente a través de ellas. Cada cual a su modo y manera. Cada situación invita a un tipo de caricias, más suaves, más ligeras, cosquillitas, roces sutiles, presión más fuerte.
Todas son válidas y maravillosas para expresar lo que sentimos.
Ahora déjame que te haga una pregunta ¿Qué sensaciones tiene tu cuerpo cuando sientes las manos o la boca de tu pareja recorriendo la piel? Reflexiona por un momento. Bucea en tus recuerdos.
Quizás no te hayas parado a fijar concretamente en qué te está diciendo tu cuerpo a ti sobre lo que está pasando. Estás ahí, en principio, a gustito, sin pensar en casa. Y esto es espectacular.
Además de pasarlo bien podemos aprender a conocer nuestro cuerpo mientras nuestra pareja nos acaricia. ¿Cómo es tu cuerpo visto por las caricias del ser amado? ¿Qué te indica de ti tu piel y cada poro de ella cuando le rozan los dedos de tu pareja?
En cada momento puede irnos indicando unas cuestiones u otras. Las caricias y besos de la pareja nos ayudan a conocer desde otra perspectiva nuestro propio cuerpo.
Es un fuente de información privilegiada para al propio autoconocimiento. Nos expresamos y sentimos de distinta manera, no cuenta si se siente bien, si tiene alguna necesidad, nos da pistas de cómo puede disfrutar nuestra pareja de nosotros/as.
Os invito a tomar conciencia de cómo sentís vuestro cuerpo a través de las caricias del otro. Es la forma que encuentra nuestra pareja para transmitirnos los sentimientos más íntimos que alberga sobre nosotros/as.
-Ruth Fernández-