Por regla general las personas llevamos la “Herida del rechazo” instalada en el corazón.

 

Cada cuál la lleva en mayor o menor medida, duele más o menos.

 

La cuestión es que cuando conocemos a alguien que nos gusta y nos llama la atención, cuando no salen las cosas como nos gustaría se abre la herida del rechazo.

 

Empezamos a buscar motivos dentro de nosotros/as para poder tener una explicación al rechazo, a la distancia, a que no vayan la relación por donde queremos.

 

Esto está bien, pero sin ser exigentes con uno mismo/a. Teniendo en cuenta que igual no acertamos, porque el motivo está en el otro/a.

 

Sí, como lo has leído. A veces el motivo no tiene nada que ver con nosotros/as.

 

El motivo pertenece a la otra persona. Estaría guay que nos dijera ese motivo o motivos por los que no nos quiere ver, pero igual ni siquiera ella lo sabe.

 

Las dificultades que tiene una persona para dejarse llevar al conocer a otra persona pueden estar tan arraigados en el inconsciente que ni sabe qué es.

 

Están ahí ocultos. Pero están.

 

 

Si quieres revisar porqué alguien no quiere estar contigo está genial. Asume que una parte ni tan quiera tiene que ver contigo.

 

-Ruth Fernández-