Comienzo con esta frase que me llamó poderosamente la atención el otro día cuando la oí. Curiosamente resonó en mi varias veces el mismo día y proviniendo de diferentes personas. En todo momento las personas que se referían a ella su contenido tenía que ver con la sexualidad, más concretamente con la práctica de las relaciones sexuales.
Evidentemente no es la primera vez que me enfrento a alguien que considera que tiene mucha edad o que se siente mayor para ser la primera vez que mantiene relaciones sexuales, sean del tipo de que sean.
Existe una creciente presión social por meter prisa a las personas para mantener relaciones sexuales sea como sea y con cualquiera. Sin pensar si quieres, si estás preparada/o, si es la persona adecuada, si su energía es buena para ti. Vamos que el objetivo es que seas una persona sexualmente activa pensando en la cantidad más que en la calidad de las relaciones. Además de mirarte raro y mal por haber empezado a una edad que según la sociedad ya eres mayor.
La entrada a la sexualidad más activa cada cual la hace cuando quiere, cuando le apetece y cuando está preparado/a para ello. Es indistinto para mujeres como para hombres, no existe una edad “adecuada” para empezar a pasárselo bien y disfrutar.
Cada persona tiene un camino de vida cargado de acontecimientos que van marcando su aprendizaje, incluido en la sexualidad. Según vamos siendo capaces de entender y afrontar, vamos integrando los aprendizajes que se derivan de todos esos acontecimientos. Y cada persona es un mundo, no tenemos todos el mismo camino. Aunque la sociedad nos diga que debemos seguir las reglas marcadas y que hay una edad para cada cosa vital.
Dentro de la sexualidad es importante que te olvides de aquello que está marcado como “normal” por la sociedad. La sexualidad normativa no existe. Cada cual tiene derecho a vivir su placer sexual como desee y como le apetezca.
Nunca es tarde, ni pronto para empezar a mantener relaciones sexuales.
Los acontecimientos y las vivencias ocurren cuando estamos preparados, ni antes ni después, todo pasa en el momento oportuno.
-Ruth Fernández-
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