De un tiempo a esta parte me voy dando cuenta de lo difícil que les resulta a muchas personas entender si están “haciendo lo que hay que hacer” en sus relaciones sentimentales. De hecho hay mucha gente que cree que sí, pero cuando hablan con la otra parte se dan cuenta que no.

 

Intento explicarles que quizás guiándose por las “Funciones dentro de la pareja” les pueda ser más fácil hacer el análisis y poder mejorar aquello que esté ausente.

 

Déjame que te explique a qué me refiero con las funciones dentro de la pareja.

 

En una relación afectiva las personas que la forman han de tener presente que sus acciones y palabras, tanto por acción como por omisión, tienen repercusión en el otro/a.

 

A esto le unimos esas funciones a las que me refiero. Son 4: cuidado, apoyo, protección y acompañamiento. Quizás te parezca obvio, pero en la práctica luego no es tan obvio. Todas ellas tienen dos vertientes: físico y emocional.

 

Aquí ya empieza a complicarse la cosa. ¿A qué nos referimos con vertientes emocionales? Esto es algo que tienen que hablar las parejas y en cada una de ellas dejar claro qué es el cuidado emocional.

 

Te pongo un ejemplo de Protección emocional. Cuando tenemos un problema en el trabajo y nos enfadamos mucho, y llegamos a la ira, a nuestra pareja hay que protegerla de esa emoción que nosotros/a sentimos. La pareja no es un saco de boxeo que tiene que pagar aquello que es de fuera.

 

¿Qué puedo hacer para protegerla? Avisarla de cómo estoy, de cómo me siento y tomarme un tiempo de calma y reflexión antes de volver a casa.

 

 

Así de simple, y al mismo tiempo, así de complejo.

Quizás sea momento de reflexionar si estoy cumpliendo esas funciones (cuidado, apoyo, protección, acompañamiento) y ver si lo hace mi pareja. Después nos sentamos juntos para valorar qué hay que cambiar y si es posible ese cambio.

 

Dejar un tiempo para que asiente ese cambio y volver a analizar juntos.

 

¿Vas por el buen  camino?

 

-Ruth Fernández-