“Un día me di cuenta de que me había conformado con lo poco que me daba. Me acostumbre a lo mínimo y me parecía maravilloso. Ese ha sido el gran problema”.
Este extracto está sacado de una sesión de terapia donde una persona ha venido a recuperarse de una ruptura sentimental. No entendía porque la otra persona le había dejado.
Era complicado entender qué había pasado para que se fuera de su vida, así sin más. Sin dar explicaciones.
En realidad no se había ido estaba esperando a que ella volviera. Solo que empezó terapia y se dio cuenta de que se había conformado con las migajas.
El análisis que hicimos estaba basado en: el cuidado, la protección, el apoyo y el acompañamiento. Estos 4 pilares me parecen fundamentales a la hora de analizar y valorar el vínculo de la pareja. Dan muchas pistas.
Así descubrimos que nunca hubo regalos por el cumpleaños, que no había ido nunca a buscarla al trabajo, que sólo quedaban cuando él quería y con quien él quería, casi nunca dormían juntos y cuando ella pasó una crisis de ansiedad muy grave, su única respuesta fue “no te hagas mala sangre”.
Revisando y revisando nuestras relaciones sentimentales descubrimos que lo poquito que nos dan a veces lo magnificamos tanto que nos parece grandioso. Pero realmente no lo es.
No se trata tanto de que me colme de todo. Se trata de darme cuenta de que soy importante para esa persona, que me tiene en sus pensamientos y que se nota que le gusto, que me ama y que me desea.
A la persona con la que estamos se le tiene que notar porque somos importantes para ella. Si no se le nota, no es ahí.
-Ruth Fernández-