La sexualidad es un mundo amplio donde hay cabida para todo tipo de emociones, sensaciones y placeres. Cada cual debe de aprender a disfrutar cómo desee, evidentemente sin hacer daño a otros.

 

Pero también hay cabida para multitud de creencias y/o pensamientos con respecto a cómo se debe de disfrutar, y al final andamos dando vueltas y muchas veces nos alejamos de alguien con quien lo estamos pasando bien por no tener presente de dónde venimos.

 

La educación sexual puede ser muy variada pero también inexistente. Una de las creencias más populares es que con el deseo basta para poder tener relaciones sexuales placenteras. No voy a negar que sentir deseo hacia otra persona y que esta nos muestre el suyo ayuda bastante a poder pasarlo bien. Y con esta idea nos vamos  a la cama con alguien. Resulta que hemos estado a gusto, pero empezamos a darle vueltas a la cabeza. “Me ha faltado algo”, “será que no le gusto lo suficiente”, “yo pensaba que iba a ser otra cosa”, así con estas ideas podría estar hasta el infinito. Seguro que os suena más de una.

 

Cada vez que empezamos una relación, ya sea sentimental o sexual con alguien, es como una primera vez. Tenemos claras alguna cosas, lo que nos gusta, lo que no, algunos de los límites que son infranqueables y pensamos que con esto es todo. Nos olvidamos del otro, que está en las mismas que nosotros. Ni se nos pasa por la cabeza que hay determinadas experiencias previas, tanto nuestras como del otro, que pueden pasarnos factura además sin darnos casi cuenta.

 

También la edad en la que nos pilla la nueva experiencia, no es lo mismo estar con alguien más joven que con alguien mayor a nosotros. Las diferencias culturales es otra cuestión a tener en cuenta.

 

Con todo esto se trata de tener un amplio abanico de consideraciones para no tirar la toalla a la primera y seguir hasta que el cuerpo aguante o hasta que veamos que ya no hay más que hacer. Igual nos llevamos alguna que otra sorpresa.

 

Una de las sorpresas que podemos llevarnos está relacionado con experiencias y/o prácticas sexuales que con otras personas no hemos sido capaces de hacer y ahora sí.

 

Déjate llevar, siente, vive y disfruta…y para esto tenemos que tener la mente abierta.

 

-Ruth Fernández-

 

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