Si yo os preguntase qué pensáis del ocio, estoy casi segura de que casi todos me diríais que es uno de los mejores momentos de la vida, que es fundamental tener esos ratos distendidos donde poder hacer todo aquello que os gusta y apasiona. Y no tengo más remedio que daros la razón porque, además, para nuestra salud física y mental es fundamental que las personas sepamos disfrutar del tiempo libre. A ser posible que este sea de calidad.
Las complicaciones pueden surgir cuando tenemos que combinar nuestros gustos de diversión con los de la pareja. Hay a muchas que este tema les preocupa mucho y en más de una ocasión la incapacidad de ponerse de acuerdo entre ambos miembros, ha llevado a tremendas discusiones y momentos de malestar entre ellos.
Lo primero que debemos señalar es que el ocio personal no es incompatible con el ocio en pareja. Simplemente hay que combinar ambos y disfrutarlos al máximo. Es cierto que esto lleva su tiempo, pero si somos capaces de tomarnos las cosas con calma, podremos darnos cuenta de las ventajas de disfrutar de ambos y cómo repercute positivamente en la relación que tenemos con la persona a la que amamos.
Uno de los beneficios que otorga el ocio en pareja es que potencia la unión entre ambos. A través de las actividades y experiencias que realizamos acercamos los dos mundos. De esta forma, y de un modo divertido y lúdico, conocemos aún más a nuestro ser amando, podemos experimentar con él o ella sus deseos y anhelos. Esto, a su vez, nos llevará a entender mucho mejor sus sensaciones, emociones y comportamientos permitiéndonos fomentar y estrechar el vínculo que nos une.
En función de las situaciones en las que se encuentre la pareja, ésta se relaciona de un modo u otro. El ocio conjunto permite un espacio seguro y menos formal donde las personas entrenan la manera de relacionarse con quien aman. En esos momentos se da otro tipo de comunicación más abierta y más libre con la que, por regla general, las parejas se sienten más cómodas y seguras. Esto ayuda a potenciar la intimidad, la capacidad para hablar de cualquier cosa sin miedo y con toda sinceridad.
Otra de las oportunidades que nos brinda el ocio en pareja es que a través de él conocemos más a la persona que amamos. Esto se nota sobre todo al inicio de toda relación, cuando aún no nos ha dado tiempo a conocer cómo es el otro, qué le apasiona en la vida o qué es lo que le hace más ilusión. Si aprovechamos esos espacios de relación son una fuente maravillosa de información sobre cómo es la persona de la que nos hemos enamorado.
Los dos últimos beneficios del ocio en pareja los voy a unir. Creo sinceramente que están interrelacionados entre sí. Se trata de reírse juntos y de aprender a relajarse en pareja. Aunque salen al final creo que son fundamentales en todas las personas, cuando más en la relación de pareja. Reírse es una de las fuentes de placer y relax que proporciona la vida. Hay que aprovecharla al máximo. Imaginaros lo que supone para el vínculo en pareja saber reírse juntos, en cualquier momento y por cualquier cosa. Además, como bien decía antes, la risa conlleva relajación. ES difícil estar riéndose a la vez que se está en tensión. Y este estado de relajación nos permite fluir, estar más distendidos y ser nosotros mismos. Todo esto hace la vida mucho más sencilla y placentera.
Para terminar os voy a dejar un ejercicio para todas aquellas parejas que ahora estén pasando por dificultades o no sepan ponerse de acuerdo entre ellos a la hora de gestionar sus momentos de ocio.
Cada miembro de la pareja cogerá un papel y lo dividirá en trocitos más pequeños, cortándolos y con el suficiente espacio para poder escribir en ellos. Durante unos días cada uno escribirá en cada papel, una actividad y/o experiencia de ocio que quiera realizar. Vale cualquier cosa. Más o menos compleja, más o menos fácil. Una vez que los hayáis escrito, doblarlos tan pequeños como podáis. Buscar una caja pequeña y meterlos todos dentro. Removerlos para que estén bien mezclados. De ahí saldrán los espacios de diversión en pareja. Vosotros decidís si es una vez a la semana, dos, una cada quince días. Lo que penséis que más se ajusta a vuestras necesidades.
Ir siempre con el pensamiento de disfrutar al máximo de la vida, la pareja, el amor y las risas.
-Ruth Fernández-
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