… Continuación

Estaba sorprendida. Toda la semana mi trasero estuvo resentido a causa de las manotadas y los azotazos recibidos. Pero a pesar de eso, mi vientre se encendía y bullía de excitación cada vez que pensaba en todo lo experimentado en aquel “Despertar a un nuevo mundo”. Y lo mismo sucedía cuando me recreaba rememorando lo acontecido en mi experiencia con la “Rosa del otro mundo”.

Mi mente estaba confusa. Tanto el “sado”, como las relaciones con mujeres, eran campos totalmente desconocidos para mí hasta el momento. La verdad es que tenían razón, estaba descubriendo un nuevo mundo.

Por un lado anhelaba ese picante ardor instantáneo, y por otro, el solo hecho de pensar en las caricias de aquella morena despampanante hacían que mi sexo bullese en excitación. Tanto es así, que al día siguiente estando en mi casa recordando todo lo acontecido la noche anterior, hube de consolarme a solas usando mis propios dedos. Cosa que jamás había hecho antes. Siempre que había tenido sexo, lo había hecho con otra persona. Nunca conmigo misma.

Hoy lo tenía claro. Me había propuesto seguir rompiendo mis esquemas mentales en la cama. Tenía totalmente decidido que era momento de probar un trío en la cama. Pero estaba en la duda de quiénes serían mis coprotagonistas. ¿Dos mujeres y un hombre? ¿O dos hombres para mí sola? ¿Y qué tal yo con otras dos mujeres? Según iba conduciendo por la tortuosa carretera, iba debatiéndome en la opción a elegir.

Nada más llegar a mi destino, me dirigí rápidamente hacia el salón malva sin dejar hablar a la recepcionista. El azar me ayudaría a saber por qué optar. ¿Qué tocaría hoy allí? Al entrar pude comprobar que hoy los hombres tenían allí su sede central. Decidido. Algún hombre habría de estar en la fiesta de esta noche, por lo que el trío de mujeres estaba descartado. Ahora la cosa estaba en cuál se duplicaría.

Me senté y mientras esperaba a que me sirviesen la consumición que pedí, tomé entre mis manos la carta de servicios con la esperanza de salir de dudas. Entre la lista de tríos con hombres hubo uno que llamó mi atención: “Alicia en el país de las maravillas”. ¿Entraría con él al maravilloso mundo del placer y el disfrute sexual? Teniendo en cuenta las experiencias anteriores, estaba segura de ello.

En cuanto vino el camarero, le hice saber la elección que había hecho.

– ¿Ha dispuesto con qué hombres gozará de esta experiencia? – Preguntó dulcemente.

– No del todo. Contigo estaría bien. Pero no sé qué compañero tuyo elegir.

– ¿Ha estado usted aquí más veces?

– ¿Por?

– ¿Ha tomado los servicios de algún compañero?

– Sí. El chico que está allí al fondo al lado de la barra y aquel rubio de pelo largo. Mmmm…. Tu compañero, el moreno de ojos azules me gustó mucho. Estaría bien repetir con él.

– ¿Me da un momento y se lo comento para que nos acompañe?

– Vale.

Dicho esto, se giró y se marchó en busca de su compañero.

Continuará…

-Sara Estébanez-

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